martes, 24 de mayo de 2011

EL PATRÓN NO DEBE VOLVER A COMER LA POBREZA DE ANDAHUASI

Muchos trabajadores cayeron por las balas asesinas del Judas de
Andahuasi, según da cuenta Luis Rey

Luis Rey Villavicencio Segura

El actual estado de crisis por la que atraviesan los trabajadores de la Empresa Agraria Azucarera Andahuasi S.A.A. tiene un responsable principal: ése es Eduardo Núñez Cámara.
Aunque cierto es que cada vez se requiere mayor competitividad en las empresas para mantenerse en el mercado, y que la sobreoferta de un producto genera problemas financieros en empresas con altos costos de producción; cierto es también que el déficit de los últimos estados financieros de la empresa Andahuasi se debió a una mala administración encabezada por el judas.
Pero, con el patrimonio que tiene la empresa, no era para que los trabajadores pierdan el control de la misma.
La actual crisis de Andahuasi ha sido agudizada por el mismo Eduardo Núñez Cámara, quien al perder el control de la empresa ante terceros, optó por vender casi cincuenta millones de acciones de la empresa Andahuasi al grupo Wong e induciendo a los trabajadores a despojarse de los suyos.
Con ese demencial accionar, despojó del poder a los trabajadores, generando la actual disputa del poder entre dos grupos económicos, Wong y Bustamante, para los que los trabajadores son piezas descartables y los han dividido convirtiéndolos en carne de cañón en el enfrentamiento.
NUÑEZ: DE POBRE A RICO
Sin lugar a dudas, Eduardo Nuñez Cámara encontró en Andahuasi la fuente de su riqueza. De ser un contratado para el campo, hoy es un gran acaudalado, y no por haber sido un gran empresario ni por haberse sacado la lotería. Tiene costosas propiedades pagados con dinero provenientes de la empresa, dándole acaso forma legal, a lo que moralmente linda con el robo.
Núñez Cámara  tuvo sueldo de Gerente General, cargo que no siempre ejerció, además de las dietas por integrar el directorio, en montos que son insultantes para la mayoría de los trabajadores de la empresa; aparte de lo que ha percibido como presidente de la Junta de Regantes. Prácticamente ganaba en un día, lo que un trabajador de campo obtiene por romperse el lomo durante un mes.
Pero tales ingresos tampoco le alcanzaban para sus gastos familiares, para el patrimonio acumulado, para pagar sus deudas y para darse la vida de rey.
Mientras que a los trabajadores sus ingresos apenas le alcanzan para sobrevivir, Núñez Cámara pudo acumular riqueza, sumando a su patrimonio personal cientos de hectáreas de terreno, casas y acciones, en el valle Huaura-Sayán, en el lujoso distrito de La Molina y hasta en el extranjero.
Según diversas publicaciones, Eduardo Núñez Cámara habría amasado una fortuna que llega a los $ 1´120,000.00 dólares americanos, en los doce años que duró su administración en la azucarera Andahuasi.
El año 2006, abusando de su cargo, se hizo prestar de la empresa la cantidad de  S/. 73,440.00, destinado a su campaña electoral a la presidencia del Gobierno Regional de Lima. La Fiscalía tiene que investigarlo por el presunto delito de enriquecimiento ilícito.
LA DESTRUCCIÓN DE UN PUEBLO
A Eduardo Núñez no le importa la existencia de un pueblo ni sus tradiciones. Por ello arrasó arbitrariamente con lo que fue el poblado "La Verónica".
Cuántos hemos nacido allí; cuántos conservamos gratos recuerdos de aquel lugar, cuántos hemos participado en las celebraciones de las festividades en honor al Señor de los Milagros (donde se concentraban cientos de visitantes los fines de octubre de cada año).
El antiguo pueblo, que apenas ocupaba media hectárea de espacio, fue destruido por el accionar endemoniado del maldito judas, dizque, para aumentar la producción.
En abuso de poder envió maquinarias a tirar abajo todas las viviendas, incluida la capilla que fue construida por sus devotos, asegurándose así su eternidad en el infierno. Mi padre resistió hasta el final, pero igual fue sacado y su vivienda también fue demolida. Si bien no pudo matar la tradición que continúa celebrándose en el poblado de Santa Inés, pero a muchos nos dejó sin lugar natal, y hoy sólo quedan los escombros arrinconados al cerro, de lo que un día fue la Hacienda La Verónica.
LA CAIDA DE LOS DOCE AÑOS
Cuanto Eduardo Núñez tenía todo el poder, dominando al directorio y, por ende, colocando al gerente general de su complicidad, tal judas coaccionaba a los trabajadores accionistas para que no vendan sus acciones a terceros, bajo pena de, por ejemplo, no darles estabilidad o no contratar a sus familiares, o despedirlos si ya estaban contratados.
Luego, en las elecciones para renovar el directorio de la empresa, obligaba a esos trabajadores accionistas a firmar cartas de poder a su favor, con los cuales se hacía de los votos con antelación, asegurándose sus reelecciones en el cargo de presidente del directorio. Para operar todo ello ha tenido y mantenido a un grupo numeroso de lacayos.
Ante la alarmante situación económica de la empresa, un grupo numeroso de trabajadores accionistas le salieron al frente contra su reelección. Saltaba a la vista las pérdidas y deudas millonarias de la empresa, atraso en los pagos a los trabajadores y cero utilidades, proveedores impagos y endeudamiento financiero con los clientes mayoristas, que comparado con otras azucareras, se demostraba la ineficiencia de la gestión de Eduardo Núñez en la conducción de la empresa.
En las elecciones del 30 de abril del 2009, este sujeto perdió el control del directorio de la empresa, a pesar de haber sido elegido presidente del mismo.
De los 7 directores electos cinco fueron de representantes de terceros y un trabajador (Wilder Ruiz) del lado contrario. O sea, se quedó prácticamente solo y el grupo Bustamante se hizo del poder en la empresa. Esto le causó pánico al judas, pues, el nuevo gerente general, cuyo nombramiento compete al directorio, ya no sería de su confianza y, lo peor para él, se revisarían las cuentas de la docena de años durante los cuales administró directa o indirectamente a la empresa.
TRAICIONERA VENTA DE ACCIONES A LOS WONG
Aunque su primera reacción fue desconocer los resultados de las elecciones alegando vicios en el proceso, pero, calculando que ya no volvería a tener el poder que había perdido, entonces ejecutó el traidor plan de entregar la empresa al grupo Wong.
Eduardo Núñez y sus funcionarios, aprovechando que aún tenían los poderes vigentes, el día 14 de mayo de 2009, en Sesión de rueda de la Bolsa de Valores de Lima,  vendieron 49´422,583 acciones comunes representativas del capital social de Empresa Agraria Azucarera Andahuasi S.A.A, de propiedad de Industrial Andahuasi S.A.C.
Fueron vendidas al grupo Wong mediante una operación al contado a un precio de S/. 1.00 por acción. Estas acciones, por pertenecer a la misma empresa Andahuasi, no tenían votos, pero que vendidos a cualquiera (en este caso a los Wong) se convierten en votos, con los cuales  este grupo empresarial ha pretendido tomar el control total de la empresa Andahuasina.
Si esos casi cincuenta millones de acciones no se hubieran vendido, no se hubiera agudizado el problema y, seguramente, no hubiéramos contado a los muertos ni a los heridos, que se han inmolado por su querido Andahuasi,
TRABAJADORES OBLIGADOS A VENDER SUS ACCIONES
Contrariamente a lo que exigía antes, esta vez, luego de la venta de los cincuenta millones de acciones al grupo Wong, Núñez Cámara ordenó a sus serviles para que vayan de puerta en puerta induciendo a los trabajadores para que vendan sus acciones, generándose así una expectativa negativa y, por tanto, una corrida de acciones a los terceros, especialmente al grupo Wong, que siguió sumando acciones.
La mayoría de los trabajadores accionistas corrieron a las SAG depositarias de sus acciones para vender las que tenían.
De esta forma, se demostró que a  Núñez, nunca le importó que la empresa sea de los trabajadores, sino que los utilizó para manejar a la empresa como le dio la gana. Cuando se le fue el poder de las manos, optó por entregar la empresa a los Wong, a fin de que le pasen por alto los doce años de saqueo sistemático, con los cuales pudo obtener propiedades inmobiliarias y darse la vida de rey a costa de la empresa, o sea, a costa de los trabajadores.
Cabe aclarar que si bien es cierto que en las elecciones, el grupo Bustamante tomó el control del directorio de la empresa, pero los trabajadores seguían teniendo la mayoría del accionariado. En una nueva elección, dejando de lado a los que ya fueron, los trabajadores hubieran podido recuperar el control del directorio,  pero Núñez eliminó esa posibilidad vendiendo los casi cincuenta millones de acciones que estaban a nombre de la empresa e induciendo a los trabajadores a correr sus acciones a terceros.
De esta forma,  Eduardo Núñez Cámara, con maldad, con mentiras, con amenazas y lindando con la estafa, hizo que los trabajadores se despojen de sus acciones, favoreciendo a los Wong.
Queda así demostrado que este sujeto nunca fue un líder, pues al perder la mamadera se cayó como ídolo de barro.
LOS TRABAJADORES: ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
Núñez  con mentiras y amenazas obligó a muchos trabajadores a apoyar a los Wong,  y los puso en un barco que si se hunde, se hundirán todos ellos.
Los trabajadores, representados por su sindicato se han batido con lágrimas, sudor y sangre para mantener el status en que se encuentran actualmente. Pero el peligro todavía no ha pasado.
Cabe aclarar también que hay trabajadores responsables que han optado por estar al margen de las confrontaciones, apoyando a la empresa, dedicados de lleno a su trabajo, para que la producción no se pierda, a pesar del atraso de sus salarios.

AUTORIDADES INCAPACES DE SOLUCIONAR
En un estado de derecho, en pleno siglo XXI, vemos con mucho asombro, cómo es que sicarios armados pueden pasearse por nuestra provincia hiriendo y matando gente como si nada. Estos matones rentados no actúan por convicción sino porque para ello les pagan. Hay, pues, autores intelectuales que deben purgar condena en la cárcel.
Sabemos que en una sociedad anónima el poder depende de las acciones, teniendo el poder absoluto quien supera el 50% del total con derecho a voto; pero tal poder se materializa necesariamente en una Junta General de Accionistas, que designa al Directorio y éste que nombra al Gerente General.
Con piedras, palos y balas, los Wong y los Bustamante se disputaron en un comienzo el control de la empresa.
A estas alturas la gravedad del problema ha sobrepasado el ámbito privado, convirtiéndose en un problema de seguridad pública en agravio de la sociedad, de los heridos y muertos.
Las instituciones que tienen que ver en estos casos como la CONASEV, BVL, SUNAT, INDECOPI, PNP, Fiscalía y el Poder Judicial han jugado un partido aparte, cuyos resultados han perjudicado más a la masa de trabajadores.

Inicialmente ningunearon a los trabajadores, aunque los Bustamante propusieron la también participación de los representantes de los trabajadores.
Las preguntas son ¿pudo haber sido legal eso?, ¿está previsto en el Estatuto de la empresa?, ¿pudo ese Directorio transitorio haber designado legalmente al Gerente General de la empresa?, ¿pudo haberse inscrito ese directorio transitorio en los Registros Públicos?, o es que ¡fue un cojudeo más que dilató el tiempo?
Otras preguntas: ¿Puede uno tomar el control de la empresa desde el momento que compra las acciones, o es que debe esperar que la Junta General de Accionistas (donde recién tomará parte) elija a un nuevo directorio?
¿No es acaso la Junta General de Accionistas el único órgano facultado a modificar el estatuto, remover al directorio y designar a sus reemplazantes?
¿Por qué la Comisión Chui,  no empujó la realización de una Junta General de Accionistas?
¿QUÉ DICE LA PRENSA?
Si los muertos de los conflictos que se dieron  hubieran  sido un millonario o un farandulero de televisión, se hubiera generado un escándalo de grandes proporciones que hubiera acaparado primeras planas e incontables ediciones, pero como se trataba  de pobres obreros desconocidos, la prensa nacional se hizo de  la vista gorda.
La prensa local, igual de mercenaria y prostituta, sacó  provecho del caos, ladrando a favor de quienes les daban unos miserables soles.
 Felizmente que los trabajadores saben quiénes son.
TRABAJADORES: DE PROPIETARIOS A PROLETARIOS
La mayoría de los trabajadores han vendido sus acciones y, por lo tanto, no tienen voz ni voto en la empresa. De propietarios pasaron a ser proletarios. El patrón, cualquiera que sea, ha vuelto.
Muy a pesar del científico social Carlos Marx, el patrón volverá a quedarse con la plusvalía de los trabajadores. Y aunque retumbe el alma del general Juan Velasco, el patrón volverá a comer de la pobreza del campesino.
Ya no habrá reforma agraria que, como hace 40 años, vuelva a entregar la administración de la azucarera a los trabajadores. Ya todo está perdido, pues el patrón, cualquiera que sea, ha vuelto.
Lo único cierto y lamentable es que los trabajadores siguen luchando hasta el final. Y con ellos sus esposas y sus hijos. Y todo por culpa de Eduardo Núñez Cámara.
 EL PATRÓN NO DEBE VOLVER A COMER LA POBREZA DE ANDAHUASI

COMISIÓN CHUI NO SIRVIÓ PARA NADA
El ex Presidente Regional Nelson Chui Mejía y otras autoridades, incluido un cura de jerarquía, conformaron una comisión mediadora del conflicto, llegándose a proponer algo así como un directorio mixto entre los representantes de los Wong y de los Bustamante.

2 comentarios:

  1. ANDAHUASI AGOSTO 2011.
    La solución tiene que partir, desde donde se inicio el conflicto, con mayoría absoluta de trabajadores accionistas; las transacciones por ventas de acciones de manera fraudulentas (mediante presión y chantaje), tienen que esperar sean devueltas con los respectivos descuentos por daños y prejuicios contra el pueblo y los trabajadores andahuasinos. Por algo son los vencedores en una lid por demás democrática como lo son las elecciones generales. Ellos apostaron por la keiko y perdieron.

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  2. Imagine que hubiera pasado si hubiera ganado la keiko, Andahuasi no tendría trabajadores accionistas y más de la mitad de ellos, tampoco tendria trabajo. Igual los que más estafados y afectados serian los que supuestamente tienen la protección de wong. Pero perdieron y deben saber perder, no es para asombrarse por que para ellos son simples sencillos que en nada afecta sus grandes riquezas.

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