VUELVE EL CAIMAN
En las décadas pasadas, (50,60,70,80 y 90), era común que por lo menos dos veces al año saliera el camión porta tropas de la Guardia Civil a realizar sus temidas batidas o levas, para llevarse a cuanto joven menor de los 21 años que encontraban en la calle o en algún lugar de esparcimiento.
Ese temido vehículo verde de la Guardia Civil, era conocido como el “caimán” y su sola mención, causaba escozor entre la juventud peruana.
Los cines o locales de bailes sociales, el estadio o las discotecas, eran cercados por la policía, para levantarse a cuanto joven encontraba, con documentos o sin ellos.
Hay que recordar que antes existía la Boleta Militar que luego se canjeaba con la Libreta Militar y recién a los 21 años se podía obtener la Libreta Electoral.
Los jóvenes que a los 18 años ya se encontraban estudiando en las universidades, por más que sacaban su carnet universitario, no eran respetados por los indolentes policías, que hay veces hasta rompían los documentos y los llevaban sin ninguna consideración al local policial, como si fueran vulgares delincuentes.
Allí eran seleccionados. Si tenían un apellido burgués o eran blanquiñosos, al toque los sacaban, pero si eran Quispe, Mamani o Pérez, se pegaban y eran reclutados, sin la menor consideración de que podían perder sus estudios universitarios o si es que eran sostén únicos de sus padres ancianos.
Los rapaban y se lo llevaban a otras ciudades y luego aparecían peleando contra las columnas de Sendero Luminoso.
Muchos jóvenes murieron en estas condiciones, sin la menor preparación militar para hacer frente a las huestes terroristas de sendero luminoso.
Durante todos esos años no hubo el menor respeto por la dignidad de los jóvenes peruanos, pues muchos no querían ser militares, pero se los llevaban como animales y luego eran maltratados hasta en el interior de los propios cuarteles militares.
Muchos jóvenes reclutas murieron al interior de los cuarteles y nunca se les hizo justicia. Por eso los jóvenes tenían terror de ser “levados”.
Fue tanto el escándalo que se producían al interior de los cuarteles, que el dictador Alberto Fujimori, tuvo que eliminar el reclutamiento forzoso, pues más de las veces se daban a conocer
torturas, tratos crueles e inhumanos y muertes de soldados.
La Defensoría del Pueblo logró realizar una profunda investigación sobre estos casos y detectó 73 hechos, 49 de ellos por presuntas torturas y tratos crueles e inhumanos o degradantes, y 24 por muertes al interior de los cuarteles.
A un año de la fuga de Fujimori se logró cambiar el mal llamado servicio militar obligatorio, por el servicio voluntario.
AHORA KENYI, KEIKO Y LA CUCULIZA QUIEREN RESTITUIR LA “LEVA”
Ya Kenyi Fujimori, lo había advertido en su campaña electoral. Ahora ha salido Luis María Cuculiza a anunciar lo que tiene en mente instaurar el gobierno del fugitivo y ahora preso, Alberto Fujimori, encubierto en su hija Keiko.
Ellos quieren restaurar a como de lugar este brutal sistema del Servicio Militar Obligatorio (SMO) dicen para brindar a los delincuentes juveniles “una oportunidad en la vida”.
La congresista fujimorista que nunca calla lo que escucha al interior de su partido, anunció el reclutamiento forzoso, en caso Keiko Fujimori gane la segunda vuelta electoral y serviría para que los ciudadanos “aprendan a querer más a su patria”.
La congresista fujimorista que apoya la restitución del SMO, se mostró escéptica de que en el Ejército traten mal a los recién ingresados. Pidió que no se tome al Ejército como una cárcel.
Luisa María Cuculiza es como Martha Chávez, quien siempre sostuvo que los estudiantes de la Cantuta se habían auto eliminado.
Así piensan los Fujimoristas.
Los jóvenes del siglo XXI corren el peligro de ver violentados sus derechos.
Muchos desconocen que es una leva y piensan votar a ciegas por la hija del ladrón y asesino.
Hay que orientar a nuestros jóvenes y contarles la realidad que vivieron los jóvenes de las décadas pasadas.
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