FERNANDO VILLARÁN |
( martes, 5 de octubre de 2010 a
dos días de las elecciones municipales del 3 de Octubre)
Los antecedentes
En las elecciones de 1990 en las
que ganó la presidencia Alberto Fujimori, el primer gobierno de Alan García
utilizó fondos públicos para atacar y demoler la candidatura de Mario Vargas
Llosa, del movimiento Libertad, rompiendo uno de los principios universales de
todo proceso electoral: la neutralidad del gobierno en funciones. Fue
particularmente dramático y efectivo un spot televisivo donde se inculcaba el
miedo en la población frente al “shock económico” que aplicaría Vargas Llosa,
el que traería hambre y miseria, cuando en realidad se trataba de un necesario
“ajuste” para corregir el caos económico que había dejado el primer gobierno
aprista.
En las elecciones presidenciales
del 2006, Lourdes Flores, de Unidad Nacional, salió segunda en todas las encuestas
a boca de urna y en los conteos rápidos efectuados por las principales empresas
encuestadoras, quedando en tercer lugar, por estrecho margen, Alan García del
partido aprista. Sin embargo, en el conteo oficial en mesa, Alan García le ganó
el segundo lugar a Flores por escasos 60,000 votos. El personero legal de
Unidad Nacional fue el inmoral Xavier Barrón, dispuesto a cambar las cifras de
las encuestas de Ipsos-Apoyo en este proceso electoral.
Hace algunos meses, en una
reunión con empresarios, el presidente Alan García dijo que “él no podía
determinar quién ganaba las elecciones en el Perú, pero que si podía impedir
que ganara el candidato que no le gustara”. Muchos empresarios asistentes,
entre los que se encontraban dueños de algunos medios de comunicación,
aplaudieron la infeliz frase, demostrando que el bolsillo pesa más que la
democracia.
En este proceso
electoral Municipal
En días previos a las elecciones,
y en el mismo día de las elecciones, el presidente García, que debía mantener
la neutralidad, se pronunció contra las encuestas a boca de urna, diciendo que
no había que tomarlas en cuenta. ¿Por qué pone en duda uno de los métodos
estadísticos más empleados en casi todos los países del mundo? ¿Ya estaba
pensando en el fraude?
En días previos a las elecciones,
varios dirigentes del PPC y del APRA cuestionaron a las encuestadoras en
general, llegando a decir que todas se “vendían por plata”, en un claro intento
de desprestigiar su credibilidad.
A una semana de las elecciones,
las tres encuestadoras más serias, Ipsos-Apoyo, la PUCP y CPI le daban una
ventaja entre 10 a 6 puntos porcentuales a Susana Villarán frente a Lourdes
Flores. Esas mismas encuestadoras emitieron resultados en los días previos a la
elección demostrando que las distancias se habían acortado pero en ningún caso
Flores había sobrepasado a Villarán.
El día de las elecciones, las
encuestadoras Ipsos-Apoyo y CPI dieron resultados a boca de urna que favorecían
a Susana Villarán, la primera con una ventaja de 2.3 puntos porcentuales y la
segunda, con una ventaja de 3.3 puntos.
Ese mismo día de las elecciones,
Ipsos-Apoyo realiza un conteo rápido de actas, el método más cercano a la
realidad que se conoce, aplicado en todos los procesos electorales del mundo, y
da como resultado un triunfo de Susana Villarán por un margen de 1 por ciento.
Los primeros reportes de la ONPE,
dan como ganadora a Susana Villarán, manteniendo una ventaja que fluctúa entre
1.6 y 2.0 puntos porcentuales; aunque en uno de los últimos reportes, y con
pocos votos adicionales a la anterior medición, esta diferencia,
sospechosamente, baja a 0.8%.
Frente a los resultados de la
ONPE, con más del 60% de votos escrutados, los especialistas Fernando Tuesta
Soldevilla de la PUCP y Afredo Torres de Ipsos-Apoyo, declaran que es casi
imposible que se revierta el orden de las dos candidatas.
Una de las evidencias del fraude,
es que el partido y la candidata que van segundos, y que han aparecido en ese
lugar en todas las encuestas y resultados oficiales, en vez de mostrar una
lógica preocupación por los resultados que no la favorecen, han estado
celebrando, cantando y bailando, ofreciendo un espectáculo grotesco y de
manicomio, nunca visto en proceso electoral alguno.
Pero la evidencia más objetiva de
la voluntad de fraude en este proceso ha sido la gran cantidad de actas
impugnadas y observadas, por los personeros del PPC y del APRA, en los
distritos en los que Fuerza Social (de Susana Villarán) tenía una amplia mayoría.
En total se han impugnado y observado 8,077 actas, que representan
aproximadamente el 25% del total de actas escrutadas; cifra que significa un
record histórico, si tenemos en cuenta que el proceso electoral presidencial
del 2006 sólo se observaron e impugnaron 2,500 actas en Lima, en un proceso más
complejo. La cifra resulta altamente sospechosa, y muestra claramente una
voluntad de fraude.
Resulta que estas elecciones se
van a definir en mesa, en el conteo de estas actas impugnadas y observadas.
Supuestamente estas actas deberían darle una mayoría más amplia a Villarán pues
vienen de los distritos en donde ha ganado con amplia ventaja, pero como los
cuestionamientos vienen de los personeros del PPC y del APRA y van contra los
votos de Fuerza Social tratando de anular la mayor cantidad de votos de Susana
Villarán.
Si bien muchos reconocen la
neutralidad de la ONPE y en JNE, y la honorabilidad de muchos de sus
directivos, también es cierto que el APRA se ha caracterizado por infiltrar
organismos públicos como es el caso del poder judicial. Además, basta comprar
unos cuantos digitadores para tergiversar completamente la voluntad popular; y
ya hemos visto de donde viene la plata en estas elecciones.
Qué hacer
En primer lugar, Fuerza Social
debe alertar a la ciudadanía de este intento de fraude (a través de la prensa
nacional y extranjera) y convocar a la población para defender la voluntad
popular. También debe elevar una protesta formal, denunciando todos estos
hechos, y otros que seguramente se me escapan, al JNE, a Transparencia, y a los
observadores internacionales que han venido a supervisar este proceso.
En segundo lugar, todas las
fuerzas democráticas del país deben pronunciarse frente a estos hechos, pues no
se puede ser cómplices de este fraude. Hay que destacar la valiente posición de
los periodistas, César Hildebrandt en el Programa Panorama del Canal 5, el día
de las elecciones, y de Jaime Bayly, conductor del Programa El Francotirador,
el día 4 de Octubre. Curiosamente, y en un acto sin precedentes en la
televisión peruana, la administración del canal emitió un cintillo debajo de la
imagen del periodista diciendo que el Canal 2 estaba en contra de las opiniones
del periodista Bayly.
Se sabe que la mayoría de medios
están comprometidos con este gobierno y con ciertos intereses económicos
mercantilistas, de manera que se debe utilizar la prensa internacional y sobre
todo, la Internet, el nuevo medio de comunicación mundial. Al respecto resulta
preocupante que un hilarante y crítico video sobre este proceso electoral
titulado “Hitler, Lulu y Caviarán” que circuló de manera explosiva, fue
retirado del Servidor Vimeo en las primeras horas de la tarde; demostrando que
los tentáculos del fraude tienen mucha fuerza y llegan bastante lejos. ¿Quién
tiene la capacidad de perpetrar este atentado contra la libertad de expresión?
Hay que defender la voluntad
popular, no se puede bajar la guardia. Si triunfa el fraude, la democracia
estará herida de muerte en el Perú.
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