NELSON CHUI – JAIME URIBE Y LA PRENSA CANALLA



DR. JOSÉ RAMOS CAZASOLA



Por:  Dr. José Ramos Casazola

 Alejandro Miro Quezada Garland dijo “La libertad prensa debe ser ese árbol frondoso donde se cobijan las demás libertades”.  Que hermosa frase, cuanta verdad encierra, pero que sucede cuando esa misma prensa se convierte en el sicariato organizado de quienes detentan el poder, llámense Alberto Fujimori, Nelson Chui o Jaime Uribe.

¿ Qué pasa cuando los aprendices de dictador y sus respectivos rasputines,( Montesinos, Valencia), destinan cantidades grandes de dinero a comprar la conciencia de periodistas dispuestos a todo, con tal de lisonjear a sus amos de turno?.

Una de las secuelas que deja un régimen dictatorial, es la perversión moral de su sociedad e instituciones. Este es el daño más grande que se le puede inferir a una Nación.  Fujimori lo hizo, Chui lo aprendió muy bien y que decir de Uribe, se ha convertido en el discípulo más aplicado y estudioso, en cuanto al control ilegal de la Prensa.

¿Cual es el hilo que define y marca la diferencia entre una prensa rastrera, cobarde y difamadora al servicio del poder y una prensa que es testigo insobornable de su época?.

Creo yo, que la diferencia está precisamente en que, mientras la primera solo busca adular y lamer los zapatos del gobernante de turno a cambio de un estipendio, la segunda es una guardiana autentica de los valores inherentes a la democracia: la libertad,  la verdad y la justicia.  Esa búsqueda indesmayable en pro de la verdad es la que diferencia a una de la otra.

El ex Presidente Chui gastó más de S/.200,000.00 nuevos soles pagándole a una empresa intermediadora, cuestionada a nivel nacional, hoy comprometida en graves actos de corrupción con el primer poder del estado, es decir el Congreso.

 La empresa beneficiada Speedy men’s,  fue una de las empresas favoritas del régimen de Chui, ¿Cuál fue el beneficio para la región?.

No hubo absolutamente nada, solo traficar con falsas promesas e influencias, y garantizar la impunidad del ex presidente Nelson Chui.

Actualmente el alcalde de la noble provincia de Huaral Dr. Jaime Uribe, gasta un promedio de S/20,000 soles mensuales en pago a la prensa y tiene a una periodista en Lima que gana 2,500 soles mensuales, dice que para conectarlo con los medios de Lima.  Esta suma anual bordea los S/.250,000.00 nuevos soles, destinados única y exclusivamente, a engordar las arcas de quienes vilmente han hipotecado su conciencia.

Si bien es cierto las instituciones del Estado tienen derecho a publicitar su gestión, existe un marco jurídico que regula la publicidad estatal, el mismo que debe ser respetado escrupulosamente, para poder asignarla equitativamente, previo proceso de selección entre los medios de la jurisdicción y que de ninguna manera signifique la compra de las líneas editoriales de los medios locales y hombres de prensa.

Sin embargo en Huaral, el actual Alcalde Jaime Cirilo Uribe Ochoa, lejos de cumplir con la normatividad vigente, ha convertido la publicidad de diatribas a quienes osan criticar la gestión.

 El hecho de tener más de 15 periodistas a sueldo, implica un acto de peculado y corrupción que la fiscalía debe investigar ipso facto, para que se procese tanto al Alcalde, como al Gerente Municipal, así como a los malos periodistas, de la misma forma como lo hicieron anteriormente, con los Winter ,los Crousillat , los Shultz, los Wolfenson y tantos traficantes que han convertido la más hermosa de las profesiones, en el más vil de los oficios, parafraseando al gran Luis Miro Quezada de la Guerra.

Este nuevo gobierno, tiene el imperativo moral de investigar a los Alcaldes y Gerentes Municipales que pagan mensualidades a periodistas, sin que se obtengan ningún beneficio para el pueblo.

Con los S/. 250,000.00 nuevos soles anuales que este mal alcalde de Huaral, ha destinado al chantaje, la difamación y a la alabanza putrefacta de su gestión, muchos colegios de la zona rural estarían en mejores condiciones de las que tienen actualmente, espero realmente que el Estado tome cartas en este asunto.

Es justo y necesario.

(Artículo firmado y publicado por el Dr. José Ramos Cazasola)