martes, 7 de junio de 2011

Falta una política ambiental nacional y regional
LA DEFORESTACIÓN EN EL PERÚ  Y LA FALTA DE REGENERACIÓN ARBÓREA 
La deforestación en el Perú  avanza incontrolablemente. Es la mayor amenaza que se afronta en estos momentos porque no existe el control correspondiente y menos la protección por parte de las autoridades.
Cada vez que asume el poder una nueva autoridad en los pueblos del interior del país, ofrecen sembrar millones de plantas, pero todo queda en puras palabrerías u ofrecimientos. Si desde la fecha que comenzaron a darse estos ofrecimientos, de sembrar árboles, hoy en día estaríamos hablando de  una realidad y hoy en día nuestra Patria y especialmente la región de Lima Provincias, tendría muchos bosques que le darían la protección que necesita nuestro planeta.  
Los árboles no solamente sirven para darnos sombra,  sino que se utiliza como la madera, alimentos, combustible, forrajes, fibras o fertilizantes orgánicos. Por eso se da en los sitios rurales y en nuestra amazonía una tala indiscriminada.
Los Alcaldes y los Presidente de Gobiernos Regionales, tienen la obligación de dedicarle un mayor interés a este tema.
La gestión de las autoridades no solamente debe estar centrada en la ejecución de las obras de cemento, sino que se tiene que extender a cuidar el medio ambiente, a evitar la contaminación en todos sus aspectos.
La deforestación no solamente afecta el medio ambiente sino genera problemas sociales, afectando  a las  personas que viven en el bosque  o en el campo. A pesar de que existen regulaciones a nivel nacional para evitar la depredación de este recurso, muchas personas  no cumplen las normas, y depredan  los bosques sin control impidiendo la regeneración de los árboles talados.
“La deforestación en el Perú se ha incrementado a casi el doble del promedio mundial en los últimos cinco años”, lo ha manifestado el Director Ejecutivo de la ONG “Derecho, Ambiente y Recursos Naturales “, Hugo Che Piu.  
Che Piu manifestó que entre los años 2000 y 2010 la deforestación en el Perú se ha incrementado hasta llegar a 150 mil hectáreas anuales.
Entre los principales agentes que inciden en la pérdida de los bosques está la pequeña agricultura, con personas que tumban árboles para vivir y sobrevivir, y las de gran escala, que sirven para sembrar grandes hectáreas de, por ejemplo, palma aceitera, fue lo que expresó Che Piu.
En la jurisdicción regional de Limas Provincias, existen grandes extensiones de terrenos  desérticos  que no pueden ser regados hasta la fecha. Sin embargo éstos terrenos son tomados por invasiones, ya sea para construir viviendas o para instalar galpones de crianza de pollos, pero no como sembríos de árboles que tanta falta le hacen a nuestra población.
Nelson Chui Mejía, cuando asumió la Presidencia Regional en el año 2007, prometió sembrar Un millón de árboles. Hasta la fecha esos árboles no brotan, pues Chui Mejía se pasó sus cuatro años, ofreciendo acciones que nunca realizó, por más simples que parezcan, como es el caso del sembrío de árboles.
La política de reforestación debe ser obligatoria y emanar de una disposición directa del Ministerio del Medio Ambiente, para que los gobierno regionales y locales,  se adecúen a esa medida y la tomen como una política de Estado, para que verdaderamente se cumpla con darle la oxigenación que necesita nuestra provincia, nuestra región, nuestra Patria y nuestro planeta.
Estamos dejando pasar y no hay reacción, ante un problema que crece día a día. La contaminación ambiental ya está haciendo hace rato, sus estragos, sin ninguna reacción.
Hace unos meses atrás escuché al actual Presidente del Gobierno Regional Lima, anunciar una política de siembra de árboles en toda la jurisdicción regional. Esperamos que este ofrecimiento lo concretice el nuevo Director Regional de Agricultura, porque a la fecha no hay señales de concretizarlo.
No se puede dejar pasar una gestión más sin que no haya una reacción al respecto. La depredación de nuestros árboles avanza y no hay reacciones.
En la campiña de Huacho, podemos observar la actual realidad. Los miles de árboles, sobre todo frutales están desapareciendo por arte de magia. El cemento le está ganando a la agricultura y con el pretexto de los hoteles y restaurantes, poco a poco se tala más árboles y se construye más cemento.
Ya la reserva arbórea se está replegando al sector de la Pampa de las Ánimas o a Santa Rosalía, porque los lugares tradicionales de Luriama, Zapata, Chonta, El Milagro, Toma y Calla  y Santa María, están perdiendo su verdor y ahora solamente resaltan las grandes construcciones.
Por el lado de Hualmay la cosa es similar y qué decir de Amay, otrora  gran reserva arborífica, y en donde ahora, las construcciones avanzan a ritmo acelerado.
Es urgente y necesario que las gestiones municipales y la Regional, comiencen a sentir la preocupación de los ambientalistas  y dispongan de las medidas necesarias para hacer realidad la puesta en marcha del Plan de Emergencia de Arborización en toda la región.

Huachoopinion.blogspot.com

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