TODO QUEDÓ DESTROZADO EN EL CALLEJÓN DE HUAYLAS (foto Caretas.com.pe) |
Aquel 31 de mayo de
1970, cambió el sistema social en el Perú, especialmente en los departamentos
de Lima y Ancash.
El Callejón de Huaylas,
fue el epicentro de una de las catástrofes más grandes que haya sufrido nuestra
Patria. Más de 70 mil muertos fue el estimado de esa tragedia. Pueblos enteros
desaparecieron a consecuencia del violento sismo que azotó al departamento de
Ancash, especialmente Yungay, que fue “barrido” por la avalancha de hielo y
lodo.
Los sobrevivientes
quedaron sin nada, sin casa, sin alimentos, sin agua. Muchos comenzaron el
éxodo el mismo día, pasando por encima de cadáveres, agua, lodo y rocas.
Todos caminaban sin
rumbo. Familias enteras desaparecieron bajo el lodo o simplemente quedaron
inertes, al aire libre.
Muchos tuvieron que
caminar cientos de kilómetros para recibir ayuda. Otros continuaron su marcha
hasta llegar a la costa.
Las provincias de
Barranca y Chancay (hoy Huaura), recibieron a cientos de inmigrantes que
prefirieron quedarse por estos lares antes de volver al lugar donde perdieron
todo.
Fue un año trágico que
marcó a nuestros hermanos ancashinos y también a los habitantes del
departamento de Lima, especialmente de la provincia de Chancay.
Cuatro años atrás,
Huacho había sido el epicentro de un fuerte terremoto que produjo muerte y
desolación. El poblado de Huaura había sucumbido ante la fuerza telúrica.
Habían pasado cuatro años pero la población no olvidaba aquel nefasto día de
octubre de 1966, cuando en horas de la tarde se produjo el terromoto que se
trajo abajo a nuestra hermosa Catedral y al Palacio Municipal.
Aquel 31 de mayo de
Mayo de 1970, habíamos acabado de observar el partido entre las selecciones de
México y la URSS (hoy Rusia), dando inicio al Campeonato Mundial de México 70.
La selección peruana
había clasificado al mundial dejando eliminada a la poderosa selección de
Argentina en aquella memorable tarde en la Bombonera, donde Cachito Ramírez
anotó dos golazos.
Fue un 0-0 el
resultado entre México y URSS. Eran aproximadamente las 3.30 de la tarde,
cuando la tierra comenzó a temblar por un espacio de unos 60 segundos.
En ese tiempo no había
directo en directo con RPP. Tampoco existía el internet y los muchachos quinceañeros
no tenían facebook.
Solamente nos
informábamos por radio y y la TV en blanco y negro. Los domingos no había
programas noticioso como ahora, así que tuvimos que esperar al día siguiente
lunes para enterarnos a donde había sido el epicentro del terremoto.
Juan Ramírez Lazo de
Radio Victoria iniciaba su programa a las 6.00 de la mañana. A esa hora
estábamos a la expectativa para enterarnos del movimiento sísmico.
Ramírez Lazo, se había
enlazado con un radio aficionado huaracino que comenzó a describir toda la
tragedia. Los radio aficionados eran la única alternativa para comunicarnos con
el interior del país, pues en esa época la Compañía Peruana de Teléfonos (CPT),
estaba en la era de la carreta y eran
muy pocos los priviligiados que contaban con teléfono.
Recién ese lunes
pudimos conocer la magnitud de la tragedia.
El día martes 2 de
junio, la selección peruana debutaba en
el mundial de México 70. Tanto se había esperado para llegar a un mundial, para
tener que ver a nuestra selección en
medio de la más grande congoja y tristeza.
Perú se enfrentó en
Guanajuato a la selección de Bulgaria. Los jugadores peruanos salieron al campo
de juego con crespones negros en memoria de los miles de fallecidos.
Los primeros minutos
fueron trágicos. Bulgaria nos adelantó 2-0. Parecía que el dolor pasaba la
factura a esos “leones de México 70”, pero salió la garra peruana.
Didí en el camerino
les habló con esa paciencia de Job, característico en el brasileño y los
muchachos salieron hechos una furia. A los 6 minutos, Alberto “jet” Gallardo
con un potente zurdazo descontaba el marcador. Cinco minutos después el gran capìtán
Héctor Chumpitaz, colocaba el empate y a los 28 minutos de esta etapa complementaria,
los bravos muchachos de México 70, nos devolvían la alegría, cuando aparece el
gran Nene Cubillas, anotando un tremendo golazo con el que volteamos el partido
a los búlgaros.
Nuestra Tv en blaco y
negro reventaba con la maravillosa transmisión de Humberto Martínez Morosini y
los comentarios de Eduardo San Román (la catedral del fútbol).
Hoy después de 43
años, recordamos este día doloroso, que tuvo su recompensa con lo que hicieron
los integrantes de la selección peruana que fueron a México 70 y que vivirán
siempre en nuestro recuerdo, porque hasta el momento son insuperables.