13 de setiembre del 2020: 140 AÑOS
TENIENTE JUAN DECIO EMILIO OYAGUE NEYRA |
Hay un dicho popular que dice:
“El que pega una vez, pega dos veces”. Y esta amarga experiencia debe remorder
la conciencia de los marinos chilenos, cuyos antepasados cayeron como mansas
palomas en las trampas que les tendieron, nuestros heroicos y bravos marinos, a
pesar de sus limitaciones, pero henchidos de gran patriotismo y heroicidad.
El 03 de julio de 1880, el
Alférez de Fragata Carlos Bondy se encarga de volar al buque chileno “LOA”, que
venía causando estragos en toda la costa de nuestra Patria, especialmente en el Callao
donde había bombardeado la ciudad.
El LOA, al igual que “La
Covadonga”, se había encargado de emboscar y atacar al “Huáscar”, donde se
inmoló nuestro héroe máximo MIGUEL GRAU SEMINARIO, el 08 de octubre de 1879.
El 13 de septiembre de 1880 es
otra fecha histórica que los peruanos no
debemos olvidar, pues ese día se produce en Chancay, el hundimiento de una de
las naves insignias de la escuadra chilena: La Covadonga.
“La Covadonga” era una goleta de
la armada española que llegó a las costas sudamericanas cuando los ibéricos
intentaron reconquistar esta parte de América.
Era conocida como “La Virgen de
Covadonga” y fue capturada por la corbeta chilena “La Esmeralda”, comandada por
el capitán Juan Williams Rebolledo, en el combate de “Papudo”, el 26 de
noviembre de 1865.
DESPUÉS
DEL COMBATE DE ANGAMOS, LOS CHILENOS SE ADUEÑAN DEL MAR
Ya no contábamos con el HUASCAR y
los chilenos avanzaban raudos sobe el Perú, destruyendo todo lo encontraban al
frente. El dominio del mar, fue factor preponderante para el avance invasor.
El Puerto de Chancay se había
constituído en un lugar estratégico para
la lucha contra el enemigo. La presencia del ferrocarril entre Lima – Chancay,
era un factor favorable para el ejército peruano. Por ello, los invasores
chilenos trataron de bloquear Chancay y de paso destruir el ferrocarril. Ello se produce el 11 de junio con la
presencia de la cañonera “Pilcomayo”, otra de las naves peruanas que habían
sido capturadas por los chilenos y puesta al servicio de su escuadra, al igual
que el Huáscar.
Entre los meses de
junio y julio, la cañonera Pilcomayo bombardeó Chancay en reiteradas oportunidades,
sin causar mayores daños, por eso el alto mando chileno se ve obligado a
relevarla por la Covadonga.
Para ello, se cambia al capitán
de la Covadonga, designándose a Pablo de
Ferrari como el nuevo capitán de la corbeta.
La Covadonga había participado en el bloqueo de Arica y después de la épica
batalla de Arica, es enviada a bloquear el Callao. En agosto de 1880 es enviada
a bombardear Ancón.
Los chilenos se encontraban
preocupados por la reacción de algunos peruanos que venían causando estragos a
su escuadra en forma silenciosa. Días antes, se había hundido al crucero LOA
frente al puerto del Callao, gracias al torpedo fabricado por el ingeniero Manuel
Cuadros.
EL ANCLA DE LA COVADONGA |
Ante ello, el alto mando invasor
había ordenado a todos los capitanes de las naves chilenas que estuvieran
atentas para no caer en alguna trampa.
El ingeniero Manuel Cuadros había
recibido las instrucciones para fabricar otro torpedo en colaboración con
Constantino Negreiros. Una vez listo, es comisionado para llevar el torpedo a Chancay,
el Teniente Juan Decio Emilio Oyague
Neyra . El torpedo contenía una carga explosiva de 350 kilos de dinamita. El
torpedo fue llevado por tren a Ancón y de allí en bote de remo hasta Chancay,
llegando el día 9 de setiembre. La carga explosiva es colocada en un yate
elegante, como carnada a la espera de la llegada de la escuadra invasora.
El 13 de setiembre de 1880, la Covadonga
llega a Chancay y comienza a bombardear el puerto, hundiendo una lancha. Una
vez cumplida su misión, observan el cautivante yate.
El capitán Ferrari que había sido
bien instruído de no caer en señuelo alguno, no resiste la tentación al
observar tan hermoso yate que se movía al ritmo de las olas marinas y ordena a
uno de sus grumetes a ir a reconocer el yate.
La hermosura del yate hizo
olvidar a los chilenos, las recomendaciones que habían recibido. Ni siquiera
por sus mentes pasó el recuerdo de dos meses atrás, que había sido volada y
hundida la embarcación LOA.
El marino chileno no detecta algo sospechoso dando aviso a su superior, el mismo que ordena el levantamiento del yate.
Eran las 3.15 de la tarde cuando
se procede a levantar la nave hacia la Covadonga. No había culminado el
levantamiento, cuando estalla el torpedo, hundiendo a la poderosa Covadonga en
tan solo dos minutos.
Del total de la tripulación, murieron 66 marinos. Se hizo
prisionero a 46 y se salvaron 29 chilenos. El capitán de la Covadonga, Pablo Ferrari fue uno
de los muertos.
Ingenuamente los chilenos cayeron en la trampa dos veces.
Los Peruanos le hundimos dos naves a los chilenos, en una
demostración de que quien pega una vez, pega dos veces.
Gloria y Honor a Juan Decio Emilio Oyague Neyra.
Juan Decio Emilio Oyague Neyra, nació en San Pedro de Lloc,
La Libertad en 1842 y falleció en Lima el 14 de enero de 1882, es decir a los
40 años.
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